La industria automotriz rusa muestra nuevamente su confianza con el resurgir de la industria automotriz después de tres años de crisis

Línea de producción del Lada PrioraLas ventas han crecido cada mes en Rusia durante los últimos ocho meses a medida que el país se adapta a la nueva economía recuperada de los bajos precios del petroleo y las sanciones continuadas de la Unión Europea; los dos principales motivos de la anterior crisis.

Se espera que las ventas de automóviles y furgones ligeros en 2017 alcancen los 1.6 millones de unidades, según predijo el Comité de Constructores de Automóviles perteneciente a la Asociación de Negocios Europeos. Se trata de un aumento del 13% lo que ofrece a los constructores la esperanza de recuperar sus inversiones e incluso registrar beneficios en un país que pretendía superar a Alemania para convertirse en el principal constructor automotriz de Europa.

En 2012 el objetivo parecía plausible después de que el mercado acabara el año con un récord de 2.93 millones de unidades. Pero entonces, la economía rusa, excesivamente dependiente en las materias primas, sufrió una grave crisis por la caída de los precios globales del petroleo y el marcado cayó hasta los 1.42 millones de 2016.

Rusia es un país que impone diversas medidas para garantizar que las marcas produzcan en el país, por lo que los constructores se vieron obligados a reducir gastos y aguantar la tormenta. La empresa analista LMC Automotive estima que en la actualidad las plantas de ensamblado operan a tan solo un 40% de su capacidad.

Revuelta en el mercado y un Lada sin techoLas empresas intentaban alcanzar cifras de producción de 300,000-350,000 para optar a las deducciones fiscales del decreto gubernamental 166, por lo que realizaron grandes inversiones en la producción. Ford por ejemplo tiene tres plantas de ensamblado y para mantenerlas en marcha, el CEO Adil Shirinov asegura a AMS que la empresa tuvo tomar medidas “severas y agresivas” para reestructurar el negocio, incluida la reducción de plantilla. Todavía están perdiendo dinero, al igual que el principal fabricante ruso AvtoVAZ, propietario de la marca Lada. Tal ha sido el revuelo que el automóvil más vendido de 2017 no fue un lada, sino el Kia Rio.

Los constructores estaban expuestos también a la depreciación del rublo que sufrió una grave caída en 2014. A pesar de acordar el aumento del nivel de localización al 60%, otra condición del decreto 166, las marcas no estaban lo suficientemente localizadas para absorber el impacto monetario y los precios de los automóviles aumentaron drásticamente, en algunos casos más del 50%.

Pero, a pesar de dividir el volumen de producción, la única empresa en cerrar una planta por la crisis fue General Motors, que cerró su planta de San Petersburgo en 2015 después de anunciar que abandonaría el país por completo. También abandonó el mercado la coreana Ssangyong pero todas las demás ‘cerraron escotillas y esperaron a que amainara la tormenta’.

Ahora constructores y analistas predicen la llegada de los buenos tiempos, aunque con más precaución que anteriormente. Ghosn, CEO de Renault Nissan, también propietaria de AvtoVAZ a través de Renault, afirmó recientemente que espera que el mercado vuelva a los tres millones de unidades, aunque no aventuró ninguna fecha. “Ya ha comenzado la recuperación en Rusia y nos beneficiará porque somos el principal agente en el país”, comentó. “Cuando tienes un 35% de la cuota de mercado para nosotros es una gran oportunidad incluso si el mercado crece solo hasta las 2.5 millones en ventas”.Shirinov de Ford también está siendo optimista pero precavido, y predice que algún día podrán superar a Alemania, que en 2016 vendió 3.3 millones de automóviles. “Seguramente no sucederá en los próximos 3 a 5 años por la situación geopolítica, pero podría suceder en 7 a 10 años, si no nos enfrentamos a ningún gran reto”, y augura un crecimiento del 10-15% anual.

La empresa analista LMC Automotive es ligeramente menos optimista y predice que el país alcanzará los 2.47 millones de unidades en 2025. “El ritmo de la recuperación será seguramente más lento que el rápido resurgir que experimentamos en Rusia después de la crisis financiera global [en 2008], principalmente porque todavía no se han recuperado los precios del petroleo tanto como en la anterior recuperación”, afirma Carol Thomas, analista para Europa Central y Oriental en LMC.

Thomas cree que los incentivos gubernamentales para la adquisición de automóviles permanecerán iguales durante otros dos años a no ser que se recuperen drásticamente los precios del petroleo, pero afirma que el país se revisarán en marzo de 2018 cuando probablemente se aligerarán. “Algunos países de Europa Central están a favor de levantar las sanciones, principalmente por el impacto sobre sus exportaciones” afirma.

Aumenta el optimismo y las inversiones El nivel de optimismo es tan elevado que las marcas han vuelto a invertir. El propietario de Mercedes, Daimler, ha establecido las bases para una nueva planta en junio en Moscovia, cerca de Moscú, que podría comenzar a producir en 2019. Daimler ya construye furgones Mercedes en Rusia a través de un acuerdo con la división de producción contractual de GAZ y camiones a través de una empresa conjunta con el constructor ruso KAMAZ. Está fábrica añadirá los automóviles de Mercedes a la lista, comenzando con el sedán E-class y luego los modelos SUV GLE, GLC y GLS. La planta representa una inversión de $250 millones para la empresa y será capaz de construir automóviles en base a diversas plataformas en una única línea de ensamblado, según aseguró la empresa. Las carrocerías se ensamblarán y pintarán en el lugar. Mercedes fue la marca de gama alta más vendida en Rusia hasta finales de octubre, se vendieron 30,440 automóviles, ligeramente por debajo del año anterior.

También tiene en cuenta la apertura de una nueva planta de la competencia directa de BMW, que en la actualidad contrata a Avtotor para ensamblar kits en Kaliningrado. La marca asegura que Kaliningrado es un emplazamiento potencial para la planta.

Otros constructores que planean mejorar su inversión en Rusia son VW que está negociando adquirir parte de GAZ, según informaron fuentes a Reuters el año pasado (2017). GAZ construye modelos Skoda para VW, pero es más conocida por liderar el mercado de furgones en Rusia. El mercado de camiones y furgones también goza de salud. Mientras tanto, Mazda probablemente construirá una segunda planta en el país, según han informado medios rusos, lo que permitirá al constructor japonés tener una base al oeste del país. Ya construye automóviles al este del país en Vladivostok.

La decisión de Mercedes de construir automóviles en Rusia llegó después de una “negociación muy, muy fructífera” con el gobierno ruso según el miembro de la junta de administración de Mercedes, Markus Schaefer. Es un recordatorio de que el gobierno ruso puede ser extremadamente amigable financieramente con los constructores que desean establecer plantas de ensamblado en Rusia y hará todo lo posible para favorecer la producción local sobre las importaciones.

[caption id="attachment_91685" align="aligncenter" width="800"]Rusia - LADA_VestaEl mayor productor ruso AvtoVAZ, fabricante de la marca Lada está recuperando cuota de mercado