El sudeste asiático se ha transformado a sí mismo de ser un lugar aislado por el proteccionismo hasta convertirse en uno de los núcleos de fabricación más importantes, los analistas creen que todavía hay margen para el crecimiento.
Conjuntamente, Tailandia, Indonesia y Malasia construyen más vehículos que Brasil o India. Tailandia es de lejos el mayor de los tres, el pasado año produjeron 2,46 millones de vehículos. El país se unió al grupo de los 10 principales países fabricantes de coches en base a su fenomenal industria de pickup ligeras, que originalmente se extendió rápidamente gracias a los reducidos impuestos de venta para conseguir que su entonces economía centrada en la agricultura se subiera al carro. Las pickup como Toyota Hilux, Ford Ranger y Mitsubishi L200 siguen siendo la columna vertebral, pero el enfoque comienza a desplazarse hace los super-mini de los segmentos A y B como consecuencia a una exitosa campaña de ‘coches ecológicos’ para conseguir que más fabricantes construyan y originen sus piezas en Tailandia a cambio de generosos incentivos fiscales.
El gran potencial de Indonesia
Ese modelo se está copiando ahora en el relativamente virgen mercado de Indonesia, donde ya se ha visto un aumento enorme en la fabricación, partiendo de una industria completamente de piezas sueltas en 1997, cuando solo se ensamblaban 224.000 vehículos en el país, a los 1,21 millones de vehículos en 2013. Por aquél entonces el longevo dictador Suharto estaba intentando sin éxito establecer un coche nacional con modelos Kia importados libres de impuestos por su hijo, pero hace tiempo que Suharto ya no está y el énfasis está ahora en atraer a los OEM extranjeros para que inviertan. El mercado local de vehículos alcanzó los 1,23 millones, alcanzando rápidamente a los 1,32 millones de Tailandia, con un mayor potencial, debido a una población de 250 millones frente a los 67 millones de Tailandia.
“Indonesia todavía tiene margen para el crecimiento, la penetración de los coches en el mercado todavía es baja en la región”, indica Jessada Thongpak, analista sénior de IHS Automotive y centrada en la producción de vehículos ligeros en la región. Según los datos de IHS, la penetración es de tan solo 45 coches cada 1.000 personas, frente a los 145 por cada 1.000 en Tailandia o los 200 por cada 1.000 en Malasia.
Malasia se centrará en los vehículos de bajas emisiones
Malasia se encuentra en medio camino entre las dos, cuenta con 29 millones de habitantes y no está experimentando el mismo crecimiento, debido a que se ha centrado en sus dos marcas domésticas Proton y Perodua. El año pasado el país produjo una cifra récord de 601.407 vehículos, coches principalmente, a pesar de la inversión realizada por las dos marcas más fuertes de la región, Toyota y Honda. El crecimiento respecto a los 441.661 vehículos de 2007 parece constante. Malasia espera cambiar la situación, en enero anunciaron que seguiría a sus vecinos e introduciría un entorno fiscal amigable para cualquier empresa que desee fabricar vehículos pequeños de bajas emisiones.
Sin embargo, IHS pone en duda que el gobierno vaya a alcanzar su objetivo de 1,2 millones de coches al año para el 2020. “No creo que las OEM extranjeros vayan a invertir en Malasia debido a que los principales OEM ya han invertido fuertemente en Tailandia o Indonesia en vehículos compactos o de bajo coste”, explica Thongpak. Por otro lado, IHS predice que Tailandia alcanzará los 3 millones de vehículos al año en 2018, Indonesia alcanzará los 1.5 millones en 2017 y potencialmente los 2 millones en 2024.
Indonesia no solo desea satisfacer a su basto mercado local, el gobierno también desea emular el éxito de exportaciones de Tailandia. El año pasado Tailandia exportó 1,2 millones de vehículos, el 46% de los fabricados. En combinación con las piezas de automóviles exportadas, Tailandia obtuvo el equivalente a 2.200 millones de dólares el año pasado. “Necesitas exportar como mínimo el 30/40% para ser un motor de crecimiento”, indica Thongpak.
Las pickup de Tailandia recorren el mundo entero, incluida Europa, y el país está haciendo un buen trabajo con las SUV robustas basadas en esas pickup, como por ejemplo Toyota Fortuner, Ford Everest y Chevrolet Trailblazer. También son notables las exportaciones de los super-mini frugales construidos en base a programas de vehículos ecológicos, como el Nissan March (Micra) y el Mitsubishi Mirage.
Los coches se fabrican en un rango de estándares de emisiones y seguridad, Tailandia es el segundo máximo exportador de vehículos a Australia, después de Japón, y este país es el principal mercado de destino para la producción de Honda en Tailandia. La segunda fábrica de Ford en el principal núcleo de fabricación de vehículos en Rayong construye coches globales como el Focus, y la empresa anunció en 2010 que el 85% de los vehículos allí producidos se exportarían.
El mercado objetivo MPV
La industria en Indonesia ha estado centrada hasta el momento en el mercado interno, el pasado año exportó 276.000 vehículos y piezas desde sus fábricas. Mientras que Tailandia cuenta con las pickup, el tipo de vehículo dominante en una Indonesia, muy orientada hacia las familias es el MPV de 7 asientos y muchos fabricantes apuntan hacia el líder del mercado, Toyota, con coches construidos en el país. Los japoneses dominan por completo, y Chevrolet con una cuota de mercado del 1,2% en 2012, tiene una baza con el nuevo Spin supermini de 7 asientos que se construye al este de Yacarta, donde se encuentra la mayoría de la industria automovilística.
La nueva marca económica de Nissan, Datsun, también apunta a ese mercado, su vehículo Go+ ensamblado localmente también dispondrá de siete asientos en un vehículo pequeño alargado cuando salga a la venta a lo largo de este año. El hatchback de serie Nissan Go será un ejemplo de vehículo pequeño, de pocas emisiones que Indonesia quiere que los OEM fabriquen como parte de su programa de vehículos verde de bajo coste. Reuters estimó el año pasado que los fabricantes como Toyota, Honda y Daihatsu han gastado ya 3.000 millones de dólares en la producción de versiones locales de los coches japoneses ‘Kei’ al que los locales se pueden actualizar desde sus motocicletas ubicuas.
Según Thongak de IHS, las ventajas son los bajos impuestos tanto para el fabricante como el consumidor, un modelo copiado de Tailandia. La fase 2 del programa de coches ecológicos de Tailandia, la cual se acaba de anunciar, impone condiciones todavía más duras a los fabricantes a cambio de un impuesto reducido del 14% (en comparación al 30-50% para los coches normales) y reducirá las tarifas de importación para maquinaria y piezas que no estén disponibles en Tailandia. El fabricante deberá pagar por lo menos 200 millones de dólares en la construcción de una nueva fábrica con una capacidad de 100.000 en un plazo de cuatro años, que en gran medida estará fabricado con equipos locales. Los coche deberán tener motores de menos de 1,3 litros, ahorro a 100 km/h o inferior y emisiones inferiores a 100g/km.
Crecimiento de la producción de coches ecológicos
El gobierno ha indicado que estima un crecimiento del 60% en la producción de coches ecológicos gracias al programa, con 700.000 vehículos fabricados hasta el momento entre 2010 y 2013 (más del 50% de Nissan). Mazda es una de las empresas que ha informado sobre su interés por participar. El objetivo una vez más es aumentar las exportaciones, que son vitales en un país con la inestabilidad política de Tailandia. El país sufrió un grave revés debido a las inundaciones en 2011 que afectaron a aquellos proveedores y fabricantes como Honda que se encontraban al norte de Bangkok en Ayutthaya. Pero la inestabilidad política es mucho más frecuente y la actual ola de protestas contra el gobierno es un motivo principal por el que el mercado automovilístico ya inestable cayó en diciembre, los vehículos de pasajeros cayeron un 45% respecto al mismo mes en 2012 y la producción cayó un 34%.
IHS predice ahora que el crecimiento caerá este año y la producción bajará ligeramente a 2,41 millones de vehículos. El vicepresidente ejecutivo de Honda, Tetsuo Iwamura, dijo a los reporteros que a finales de enero Honda espera que la demanda de vehículos caiga un 14% en Tailandia este año, mientras que las ventas en Indonesia permanecerán planas. Honda competirá con Toyota por el dominio de las ventas locales de vehículos en Tailandia, y recientemente anunció una segunda planta que aumentará su capacidad en el país a 420.000 en 2015.
La trampa de la clase media
Se espera que las exportaciones mantengan las fábricas ocupadas, pero el gobierno tailandés también espera que la industria automovilística sea “una de las principales industrias que rescaten a Tailandia de la trampa de los ingresos medios”, tal y como indica el plan maestro de la industria automovilística de Tailandia para 2012-2016. Algunos economistas creen que Malasia ya ha caído en esa trampa, donde los salarios crecen demasiado de forma que los fabricantes no se sienten atraídos por la reducida base de costes pero donde no se realiza el gasto suficiente en educación o formación para que se convierta en un centro de innovación. Los salarios en Tailandia han crecido y Thongpak del IHS advierte que se debe atender la brecha en formación. “Tailandia sufre una escasez de trabajadores. Eso es algo en lo que tienen que trabajar el gobierno y el sector de la educación", dice.
Hay otros obstáculos para el crecimiento de la industria automovilística, uno de ellos es el terrible tráfico que satura las mega ciudades de la región. El alcalde de Yakarta ya se ha pronunciado en contra del plan gubernamental de impulsar el mercado automovilístico y lo ha descrito como insostenible debido al reducido espacio en las carreteras. Pero se espera que el número de consumidores de clase media y los consumidores pudientes (denominados MAC) en Indonesia crezca hasta los 141 millones en 2020 de los 74 millones en 2012, según los datos de los analistas de Boston Consulting Group, y la consolidación de Tailandia como un núcleo de exportación, el futuro de la industria automovilística en el Sudeste Asiático parece muy prometedor.