Renault, con la apertura de su primera planta en China, está dispuesto a llegar hasta donde ha llegado su aliado Nissan.
Mejor tarde que nunca. Este fue el mensaje que envió un directivo de Renault en la ceremonia de inauguración de la primera planta del fabricante francés en China. El jefe de Renault-Nissan Alliance, Carlos Ghosn, dijo a los periodistas en la fiesta de inauguración celebrada en Wuhan, en el centro de China, que el objetivo de la empresa es muy ambicioso. Pretenden alcanzar un 3,5% de cuota de mercado, lo que equivale a más de 700.000 vehículos, frente a los 23.000 del año pasado. No fijó una fecha exacta, aunque es una cuestión clave, ya que Renault está incrementando su volumen a la vez que el 10% de crecimiento que se estaba dando durante estos años en China parece que esté llegando a su fin. La venta de vehículos aumentó el 4.7% en 2015 hasta los 21,1 millones de vehículos debido a que la demanda ha comenzado a estabilizarse.
Sin embargo, no se trata de una apuesta especulativa a lo desconocido de Renault. Para empezar, la marca se apoya en Nissan, que ha tenido éxito y ha tomado prestado todo lo que necesitan de las plantas de vehículos para su asociación Dongfeng. La fábrica de Renault en Wuhan, también conocida como ‘la Detroit de China’, es una copia de las plantas de producción en China de Nissan, sobretodo la planta de Guangzhou, situada en el sur este del país, cerca de Hong Kong. De hecho, un cartel en la nueva planta en Wuhan describe el taller de pintura como un "copia y pega" del que hay en la planta de Guangzhou. Así mismo, la planta de prueba de motores es una réplica de la planta de Nissan-Dongfeng en Zhengzhou, situada en la provincia de Henan.
En su discurso en la ceremonia de inauguración, Ghosn afirmo que “Todos los involucrados reconocen que las sinergias son necesarias para el triunfo”. “Esperamos que sea una asociación de gran éxito”, añadió.
El vínculo con la planta de Nissan en Guangzhou es más fuerte debido a que el vehículo que Renault está construyendo, el modelo SUV compacto Kadjar, se basa en la misma plataforma que el modelo Qashqai de Nissan y el modelo más grande SUV X-Trail, construido en el sur. A finales de este año Renault lanzará un segundo modelo SUV basado en el X-Trail. Con la combinación de estas ventas la marca espera alcanzar su máxima capacidad actual de producción situada en los 150.000 vehículos.
Renault comparte mucho con Nissan, por lo que la gestión de Renault afirma que el modelo Kadjar tiene un porcentaje de localización de más del 80%, lo que es algo impresionante para una marca que empieza desde cero en un nuevo país. El hecho de que Renault fabricará localmente un motor de gasolina de 2.0 litros explica este porcentaje. Wuhan se convertirá así en la cuarta planta de Renault que cuenta con su propia de fundición de motores. Sin embargo, el porcentaje de piezas de origen local podría caer a finales de año, cuando un motor de gasolina de 1.2 litros, fiscalmente más eficiente, se importe desde Francia.
[caption id="attachment_77973" align="alignright" width="350"] La planta de motores Wuhan es la primera planta de Renault fuera de Europa que fabrica tanto el bloque como el cabezal