El gobierno aumenta sus esfuerzos para combatir el grave problema de polución del país, y las marcas de automóviles están haciendo que sus operaciones sean más 'verdes' para mejorar su huella medioambiental, pero también para aumentar los beneficios
La intensa polución en China está ya contrastada y un estudio de la universidad Tsinghua de Beijing sugiere que en 2012 aproximadamente 670.000 personas murieron por enfermedades relacionadas con la niebla contaminada. Además hay que añadir el desastroso estado del agua, el Banco Mundial ha calculado que la mitad de la población China carecía de un acceso básico a agua potable en 2013. Como resultado, el gobierno chino ha adoptado una postura más agresiva contra la polución, ha presentado una serie de sanciones a empresas que no cumplan los estándares más estrictos y también subvenciones a las empresas que sí los cumplan. Pero, ¿cuál es el impacto para la industria del motor?
Según Neil Wang, socio global y director gerente en la empresa de investigación Frost & Sullivan Greater China, los constructores se enfrentan a tres retos fundamentales en China en lo referente a la sostenibilidad. El primer reto es el exceso de capacidad debido a la ralentización de las ventas, un reto reciente si tenemos en cuenta las elevadas tasas de ventas en el país hasta el momento. Esto afecta a la base del fabricante y dificulta las inversiones en nuevas tecnologías y programas sostenibles.
“Los fabricantes han seguido aumentando su capacidad de producción desde 2012, cuando la tasa de crecimiento comenzó a reducirse moderadamente”, nos dice Wang. “Sin embargo, la tendencia 'normal' en China en 2015 significa que el mercado del automóvil sigue contrayéndose. Por lo tanto, algunos fabricantes se enfrentan a un exceso de capacidad en lo referente a las cifras de producción”. Las cifras demuestran el declive que menciona Wang, la asociación China de fabricantes de automóviles informó que las ventas de vehículos crecieron un 6,9% en 2014, respecto al 13,9% de 2013. Mientras tanto, el informe sobre tendencias de la empresa analista PWC informó que en 2015, aunque se haya ralentizado el crecimiento, las marcas siguen acelerando su producción.
Además hay que sumar las decisiones de los gobiernos locales para limitar las ventas de nuevos vehículos y los anuncios de restricciones en los seguros para nuevas matriculaciones en algunas ciudades importantes debido a las congestiones de tráfico. Por ejemplo, las autoridades de Shenzhen han limitado el número de matriculaciones anuales a 100.000, muchas de estas se someten a una subasta o lotería. Algunas ciudades de China con estas limitaciones son Beijing, Shanghai y Guangzhou. “Esto ha afectado hasta cierto punto a los ingresos y beneficios de los productores de automóviles”, explica Wang.
Oportunidades en la sostenibilidad
La situación actual también representa oportunidades para los fabricantes, cada vez hay más incentivos gubernamentales para las empresas que tengan un enfoque más sostenible en la producción de vehículos. “Hay cuatro factores que impulsan a los fabricantes a implementar estrategias y soluciones de sostenibilidad”, dice Wang. “El primero es el factor político, ya que el gobierno chino se está centrando en el PIB ecológico. Están redactando nuevas leyes para regular la producción y proporcionar incentivos que fomenten las estrategias y soluciones de sostenibilidad. Luego está el factor económico. Las empresas están implementando estrategias y para reducir costes de operaciones y gestión y soluciones para mantener las ventaja competitiva”.
“En tercer lugar está el factor social”, continúa. “Los consumidores, especialmente el creciente grupo de los balinghou (la generación del milenio), están cada vez más concienciados con las sostenibilidad y la protección medioambiental. Finalmente está el aspecto técnico. La producción de motores ha llegado a la era de la "T", el motor turbo es la nueva configuración estándar para todos los vehículos de bajo consumo que producen menos emisiones".
La planta de Volvo de Chengdu en la provincia de Sichuan, al sudoeste de China, comenzó a operar en junio de 2013 y es un ejemplo de cómo los fabricantes de automóviles del país han invertido en operaciones sostenibles para aprovechar estas tendencias. La empresa utiliza diversos métodos, incluidos el tratamiento del agua, la gestión de la energía y diseños de equipos de pintura para reducir las emisiones y alcanzar un nivel de sostenibilidad que no solo supere los requisitos legales de China, sino que sirva como ejemplo para sus plantas en Europa.
Volvo no se queda a medias
“Volvo no va a quedarse a medias en lo referente al rendimiento medioambiental, la fábrica cumple unos requisitos más estrictos de los que marca la ley en China”, nos explica Michael Ning, vicepresidente de comunicación corporativa de Volvo Car China. “En lo referente a las emisiones de gases, que proceden principalmente de las operaciones de pintura, la planta de china está diseñada para rendir mejor que la planta media en Europa. La operaciones de pintura de la planta se basan en el uso principalmente de pinturas con base de agua y equipos de última generación de aplicación de pintura que ya se utilizan en nuestras plantas de Torslanda en Suecia y Ghent en Bélgica”.
Ning añade: “La planta de tratamiento de aguas residuales está diseñada con fases químicas y biológicas antes de que el agua llegue a la planta municipal de tratamiento de aguas residuales. Los niveles de tratamiento los marcan los estándares de Volvo y superan los requisitos legales de China. Se recircula todo el aire del taller de pintura, incluido el de las cabinas de pulverización, para reducir el consumo de energía”.
La planta de Chengdu es la primera que utiliza material insonorizador pulverizable con base de agua. Ning explica: “Este enfoque aumenta el compromiso de Volvo de crear ‘compartimentos de vehículos optimizados’”.
Según Ning, es parte del enfoque de tolerancia cero hacia los accidentes medioambientales y se centra especialmente en el diseño de las áreas donde se almacenan y manipulan los productos químicos. “Por ejemplo, los depósitos de combustible y petróleo se han diseñado especialmente en instalaciones subterráneas de almacenamiento", nos comenta “Volvo ha invertido también en la eficiencia energética, aplica diversos métodos, procesos y principios de optimización energética para la gestión y control de la energía en la planta de Chengdu, en base a nuestra experiencia en Europa”.
En el informe de sostenibilidad que emitió General Motors (GM) en mayo de 2014 se enfatizaba cómo había aumentado su implicación en lo referente a las prácticas de producción responsable en China, además de aumentar la inversión en energía renovable. El informe destaca el hecho de que la empresa cuenta con 11 facilidades en China libres de vertederos, estas instalaciones reutilizan, reciclan o compostan de media el 94% de los residuos de las operaciones cotidianas y convierten el resto en energía, una mínima fracción restante se incinera.
La última instalación en alcanzar este estado de libre de vertedero fue la sede de GM en Shanghai en 2014. Mientras tanto, 12 de las plantas de la joint venture en el país han recibido el premio de sostenibilidad Energy Sustainability Tracking and Rating (STAR) que proporciona la agencia estadounidense de protección medioambiental (US Environmental Protection Agency, EPA). Para alcanzar este galardón las plantas tienen que reducir el consumo de energía de las plantas un 10% en 5 años.
2014 fue un año intenso para GM en lo referente a las iniciativas de sostenibilidad, la empresa también inauguró el campo de pruebas de Guangde, un jardín de 2.500 metros cuadrados diseñado para beneficiar a los polinizadores como abejas y mariposas. Es la primera instalación en China que ha recibido el reconocimiento del Consejo de hábitat de vida salvaje por crear un entorno para la vida salvaje y mejorar la biodiversidad.
Una cadena de suministros sostenible
GM también extiende su ética de sostenibilidad a sus proveedores. A través del programa de cadena de suministros verde, que lanzó en 2005, y en el que colaboran 27 plantas de suministros en toda China. Es el mismo enfoque que aplica Daimler a sus proveedores, celebra eventos regularmente con ellos para discutir los requisitos de sostenibilidad, y también para organizar programas de formación en el país para evitar el riesgo de no cumplir la legislación local.
Otras energías verdes de la planta incluyen la energía solar y los sistemas de aguas residuales. La planta cuenta ahora con sistemas de energía térmica-solar para calentar el agua que se utiliza en las instalaciones sanitarias y el sistema fotovoltaico en el techo de la nave. También cuenta con un sistema de recolección de agua pluvial que reduce la sobrecarga del sistema municipal de alcantarillado y que permite un uso integrado del agua pluvial, además de un sistema de pretatamiento biológico. Ahora puede verter las aguas residuales tratadas en el sistema de aguas grises de la planta, que también recibe agua de la planta municipal de aguas residuales. Este agua se puede utilizar para el regadío, las cisternas de los baños o para llenar los depósitos de prevención de incendios.
Mientras tanto, Volkswagen abrió una nueva planta en noviembre de 2014 optimizada tanto en calidad como protección medioambiental en la producción de transmisiones de bajo consumo. Esta planta se encuentra en Tianjin, al norte de China, y cuenta con una instalación avanzada de tratamiento del agua que reduce el procesamiento de aguas residuales hasta un 95% y también recicla el agua utilizada en el lugar. Otras energías verdes de estas instalaciones son la iluminación LED de la nave que reduce el consumo casi a la mitad, también cuenta con cúpulas de iluminación que aprovechan la luz natural del día.
Ford también ha desarrollado iniciativas clave de ahorro de agua en China. En dos de sus plantas de ensamblado en Chongqing, sudoeste de China, la empresa ha implementado un equipo avanzado de tratamiento del agua para mejorar el reciclaje. Una de las plantas recicla una media de 380.000 litros al día, mientras que la otra recicla 250.000 litros al día.
Gestión de aguas residuales
Ford también ha implementado un reactor de membrana biológica y un proceso de osmosis inversa en sus instalaciones para reciclar el agua en sus plantas locales de tratamiento de agua residual. En su tercer emplazamiento de Chongqing, la empresa ha podido reutilizar 976.000 metros cúbicos de agua. Solo en 2013 la empresa redujo la cantidad de agua utilizada para producir cada vehículo en un 15% en la región gracias a la implementación de estas técnicas.
Capacidad de equilibrio
La inauguración de nuevas plantas diseñadas para mejorar la sostenibilidad está ayudando a minimizar el impacto medioambiental, pero Wang considera que las empresas también modificarán la asignación de recursos para cumplir con la necesidad de ser más verdes y también para enfrentarse al exceso de capacidad.
“Algunas marcas podrán reducir sus recursos internos para equilibrar su capacidad de producción”, nos explica. “Por ejemplo, el fabricante chino de automóviles Changan Automobile ha alcanzado un acuerdo con Changan Suzuki para compartir su exceso de capacidad para producir el mismo producto con una marca propia. Algunos fabricantes están buscando a aquellos que tienen exceso de capacidad para producir automóviles. En base a esta tendencia, Frost & Sullivan prevé que habrá cada vez más fabricantes con exceso de capacidad que compartirán sus recursos con los que no tienen una capacidad producción adecuada".